viernes, 29 de noviembre de 2013

Divorcio en la Iglesia Ortodoxa: Acto de Amor de Dios para su pueblo...



 
Esto es, a los ojos de muchos occidentales, un hecho establecido: la Ortodoxia aceptaría el divorcio. Sin embargo, esta visión es falsa porque la Iglesia Ortodoxa, por el hecho de aplicar el principio de misericordia, no quiere poner en cuestión los principios de indisolubilidad y de unicidad del matrimonio sacramental.

“La Iglesia no `reconoce´ ni `admite´ un divorcio. Esto último está considerado como un pecado grave, pero la Iglesia no ha dejado jamás de ofrecer una `nueva oportunidad´ a los pecadores, y siempre ha estado dispuesta a acogerles de nuevo, desde el momento en que están arrepentidos”.

Una segunda e, incluso, a veces, una tercera unión, se ha hecho así posible. “Se intenta actuar lo más fraternalmente y pastoralmente posible, en virtud del principio de economía, más allá del respeto estricto a las normas en vigor”.

Este principio de economía, específico de la Iglesia Ortodoxa –donde, no obstante, oficialmente no ha sido definido jamás-, es como una imagen de la misericordia divina. Se puede definir como “la suspensión de una aplicación absoluta y estricta de las directivas canónicas y eclesiásticas en la dirección y en la vida de la Iglesia, sin que sean comprometidos por ello los límites impuestos por el derecho”.

No se trata de una celebración del matrimonio, sino de una simple bendición

Es por esto que “el segundo o el tercer matrimonio será pues siempre una desviación respecto al `ideal´ de un matrimonio único”, a menudo una nueva oportunidad para “corregir una falta”. La ceremonia, marcada por oraciones de penitencia, no es una celebración del matrimonio, sino una simple bendición de la nueva unión. Los esposos no llevan las coronas tradicionales, los símbolos de la gloria del Reino.

Concretamente, los esposos que desean separarse para contraer una segunda unión deben presentar un expediente al obispo con el fin de exponer y explicar su caso. “Esto se sustancia relativamente con rapidez. Pero hay que tener cuidado con los casos de malevolencia entre esposos. Si se ve necesario, los recibo para profundizar en el caso con ellos”.

La Santa Iglesia Ortodoxa actua como “Madre y Maestra”…no como una madrastra. La misericordia es la regla ultima de la Iglesia.

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