jueves, 28 de noviembre de 2013

Sellados con la cruz de Cristo‏


“El Señor llamo al hombre vestido que llevaba en la cintura instrumentos de escribir y le dijo: Recorre la Ciudad de Jerusalén, y pon una CRUZ en la frente de todos…” Ez 9,3-4
Hermanos y hermanas en Cristo:
Hoy les quiero hablar de algo santo para todos nosotros: Nuestras raíces como cristianos, los cimientos de la fe. El profeta Ezequiel, nos habla en el texto anteriormente citado que TODOS debían tener en la frente una CRUZ (en el texto original se nos habla de la letra “tau”, la cual se escribe +), la cual distinguirá a los que son fieles a Dios de los que no lo son. Poner la Cruz en la frente significa, que nuestros pensamientos, acciones, inclinaciones y sentimientos deben ser guiados por el Espíritu Santo, ya que nosotros fuimos marcados el día de nuestro Bautismo con el Santo Crisma, el cual, nos dejo la marca indeleble de que somos PROPIEDAD DE CRISTO.
Pero eso solo es el inicio, como dice el escritor de la Carta a los Hebreos: “Así que sigamos adelante hasta llegar a ser adultos, dejando a un lado las primeras enseñanzas acerca de Cristo. No volvamos otra vez a las cosas básicas, como la conversión, y el abandono de las obras que llevan a la muerte, o como la fe en Dios, las enseñanzas del bautismo…” Heb 6,1-3. El Santo Bautismo nos abre las puertas del cielo… pero solo cruzaremos el umbral con nuestras buenas acciones. El Santo Bautismo nos perdono todos nuestros pecados, ya que en el Santo Bautismo “nos lavo en las aguas regeneradoras” Tito 3,5, pero es decisión nuestra conservarnos puros, las cuales, junto al Espíritu Santo, nos ayudan a nacer de nuevo y así entrar en el Reino de Dios Jn 3,5. El agua del Santo Bautismo nos une a Cristo y nos hace participes de la muerte y la Resurrección del Señor Jesús Rom 6,1-4, pero es deber nuestro vivir día a días en nuestra carne mortal el Kerigma: Pasión, Muerte y Resurrección…
Fuimos marcados como propiedad de Cristo Rom 5,5, con la marca de Cristo, su cruz redentora Ez 9,4, pero no debemos cambiar la marca de Cristo, por la marca de la bestia Ap 13,18.
Nuestra marca, fue grabada en nuestra frente, en nuestra alma y en nuestro corazón por el poder del Santo y bendito Nombre de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo Mt 28,19
El Santo Bautismo nos llama a una vida santa, sobria, alegre y pura. Por el Santo Bautismo, dice el apóstol san Pablo que ya no hay hombres o mujeres, esclavos o libres, sabios o ignorantes: Todos somos uno en Cristo.
Antes vivíamos en la oscuridad del pecado… hoy fuimos iluminados por el agua del Santo Bautismo, ya que Cristo es la luz del mundo Jn 8,12.
Antes éramos esclavos del pecado Jn 8,31-47, hoy somos LIBRES EN CRISTO Rom 5,1
Antes éramos herederos de juicio y condenación, por el pecado de Adán Rom 5,17-17… hoy somos hijos adoptivos de Dios porque hemos recibido de Cristo la gracia y el amor Jn 1,17, que nos hace hijos Jn 1,12
El camino es largo… y para sostenernos en la lucha podemos y debemos recurrir al PAN VIVO QUE BAJA DEL CIELO: EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO, LA SANTA EUCARISTÍA.
Los Ortodoxos estamos llamados a dos cosas:
I.- Debemos ser hijos de Dios por el Santo Bautismo (cosa que ya somos).
II.- Debemos vivir como hijos de Dios (algo que día a día luchamos por vivir, y que muchas iglesias han olvidado).
El Santo Bautismo no es el final, es el principio del caminar cristiano… estar marcados con la cruz del Señor por el Santo Bautismo nos debe llevar a ser testigos y testimonios vivientes ante todas las personas, debemos ser apóstoles, profetas, sacerdotes, discípulos e hijos de Dios.
En este caminar, hemos de pasar por momentos tortuosos, por momentos de tentación, de persecución o de soledad, ya que el camino del cristiano es el camino de la cruz Mt 10,16-25
Nosotros, como católicos Ortodoxos, estamos llamados a poner la otra mejilla ante los insultos y la persecución, pero como profetas y apóstoles debemos denunciar el pecado y la injusticia.
Debemos defender nuestra fe, con amor y valentía como dice el santo apóstol Pedro: “Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen, pero háganlo con humildad y respeto…” 1 Pe 3,15-16
Nunca tengan miedo o vergüenza de gritar a los cuatro puntos cardinales: Soy un cristiano ortodoxo.
No importa que la inmensa mayoría pertenezca a otra iglesia, y que esa inmensa mayoría vivan como paganos, y que sus clérigos vivan como dictadores déspotas, o que los amenacen o los persigan. Dice nuestro Señor: ancha y espaciosa es la puerta que conduce al infierno…
Nosotros como Ortodoxos estamos llamados a ser imágenes vivas de nuestro Señor Jesucristo, ya que por el Santo Crisma, fuimos hechos CRISTIANOS, y por eso, cuando nos persigan, los que llevan la marca de la bestia, debemos recordar las palabras de nuestro divino Redentor:
“Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía, los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.” Mt 5,11-12
Dios los bendiga a todos.
¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!
¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

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