Señor Jesucristo, con tu presencia bendijiste las bodas de Caná y
nos mostraste que Tú eres el verdadero sacerdote de la boda mística y
pura. Nosotros te agradecemos por el día en que, por bendición
celestial, Tú nos uniste en el sacramento del matrimonio. Señor,
continúa bendiciendo y enriqueciendo nuestra boda con amor,
compañerismo, tolerancia mutua, unidad de corazón y progreso en la fe y
en la vida. Protege nuestro matrimonio del pecado, del mal y del
peligro. Fomenta entre nosotros el espíritu de entendimiento, el
espíritu del perdón y el espíritu de la paz, sin resentimientos, riñas o
algún problema que cause que tropecemos y caigamos. Concédenos poder
ver nuestras propias faltas y no juzgar al otro.
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