viernes, 29 de noviembre de 2013

La Divina Liturgia: Tesoro de la Iglesia Ortodoxa...‏


La eucaristía no es sólo Sacramento, sino también Sacrificio, en el cual se ofrece el mismo Jesucristo como víctima propiciatoria. Es el mismo sacrificio de la Cruz, por el cual Cristo satisfizo al Eterno Padre por los pecados de la humanidad, pero realizado en nuestros altares por los Sacerdotes de una manera incruenta, pero real. Esencialmente es el mismo sacrificio de la Cruz. Durante el mismo tiene lugar la Consagración del Pan y del Vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Esta Consagración no sólo se efectúa por las palabras de Cristo en la Ultima Cena: "Tomad y Comed... Bebed todos...," sino que es condición esencial la "Epíclesis," u oración de invocación al Espíritu Santo para que se realice la transmutación. Esta, por tanto, se obra bajo la invocación de las tres Divinas Personas: toda la Trinidad. ¿Cómo se realiza la Transmutación? Solo sabemos que es un misterio. No es una "transubstanciación," sino una "Transmutación" (Metabolí). La Transmutación, como hemos dicho, es un misterio!. "La Iglesia Ortodoxa, siguiendo fielmente el S. Evangelio y la práctica cristiana usada en sus comienzos, admite y enseña la Transmutación (Metabolí) del pan y del vino de la Sda.
Eucaristía en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo por virtud del Espíritu Santo, y enseña que el modo de tal Transmutación es un misterio del todo impenetrable e
incomprensible al entendimiento humano, como aquel de la Creación, de la Encarnación y el de la Trinidad." La Eucaristía es el centro de toda vida cristiana y litúrgica ortodoxa, y todos los oficios religioso miran hacia ella.
Desde los tiempos apostólicos se ha rodeado su culto de ritos y ceremonias, los más solemnes y espirituales, usando para el acto de la celebración de la Eucaristía cuatro Liturgias o Anáforas:

1) La Liturgia de Santiago, la más antigua y larga de todas las liturgias;
2) La de San Basilio (siglo IV), más corta que la anterior, celebrada 10 veces
por año, los Domingos de Cuaresma;
3) La de San Juan Crisóstomo, más breve que la anterior y la más usual de todas las liturgias, celebrada los Domingos y fiestas de guardar: y
4) La de San Gregorio o de los "Dones Presantificados," celebrada los Miércoles y Viernes de Cuaresma. En esta Liturgia los elementos Eucarísticos son consagrados el domingo anterior. Resumiendo, diremos que la Santa Liturgia es el Sacrificio del Cuerpo y la Sangre de N. S. Jesucristo ofrecido en nuestros altares en memoria del Sacrificio de la Cruz. La Liturgia la ofrecemos por motivos:

1) Para glorificar a Dios;
2) Agradecerle sus favores y dones;
3) Solicitar su gracia y
4) Obtener su perdón para los vivos y difuntos.

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