¿DUERMES JESUS MIO?‏

 
¿DUERMES JESUS MIO?

De niño cuantas veces dormir te vio María,
Y cuidando de tu sueño te contempló extasiada;
Cual visión angélica a sus ojos parecía,
Mecido por un viento de brisa perfumada.

La Virgen con sus ojos tan llenos de ternura,
En un éxtasis de amor te contemplaba;
Porque su sueño no era como el de la creatura,
Pues si su cuerpo dormía el corazón velaba.

Cuando por las aguas del mar de Tiberiades,
Oh mi Jesús tu vas dormido;
Mientras a la barca de Pedro le mesen furiosas tempestades,
Se alza la mar y su rugido.

Al verte entre la barca dormido y silencioso,
Mecido por las olas de esta mar bravía;
Tú cuerpo descansa divino y majestuoso,
Por tanto a despertarte yo no me atrevería.

Ahora es en mi barca de suyo misteriosa,
Donde descansas en un dulce letargo;
Mientras se profundiza la noche tenebrosa,
Y el alma se extrémese ante un sueño tan largo.

Que cortos son los días cuando tú estas despierto,
La lux de la mañana despunta en la alborada;
Entonces, las oraciones se escuchan en concierto,
En el alma produciendo las más bellas tonadas.

Mas el martirio el alma santifica,
Aunque este cargada de penas y amarguras;
Como en crisol ardiente el oro purifica,
No dejes que fenezca sin sentir tus ternuras.

Que dicha ser la barca donde Jesús dormite,
Aunque pretenda destrozar la tempestad mi alma
No dudes; confianza El nos transmite,
Seguro que muy pronto retornara la calma.

Sé que muy pronto se calmaran las olas,
Y el viento su brisa nos brindara tranquila;
Porque en mi barca no viajo nunca a solas,
Pues si en apariencia duermes, tú corazón vigila.