viernes, 29 de noviembre de 2013

La grandeza de la Ortodoxia....‏

"Conservar," "guardar," "ser fiel a la tradición de la Iglesia" ¿no es la cultivación del conservatismo? No sería característico para la Iglesia Ortodoxa el estancamiento, el punto de vista como este: "Nuestros abuelos vivían y se salvaban así, con esto queremos quedarnos. No necesitamos nada nuevo."

 


 
A menudo reprochan el conservatismo a la Iglesia ortodoxa.

Pero también algunos dicen lo contrario. Los protestantes acusan, p. ej: que el Oriente ortodoxo, en su desarrollo eclesiástico, fue demasiado lejos, introduciendo cada vez más novedades en los conceptos y costumbres eclesiásticos, ¿de dónde sería mejor volver atrás hacia el orden viejo y primordial de los primeros siglos del cristianismo?

¿Pero ese conservatismo de la Iglesia, no sería dictado por la lógica del milenio que se va? Si está destinado para algún día la reunificación de las Iglesias, ¿En qué base pueden proceder si no es sobre una aceptación mutua de las situaciones dogmáticas y canónicas comunes a ambos iglesias de Oriente y Occidente previas a la ruptura? La Iglesia Ortodoxa, que no cambio nada en su confesión dogmática y su orden canónico, en cualquier momento esta lista de aceptar la reunificación, sobre esta base única posible.

Y al mismo tiempo, la Iglesia del 2º milenio es un continuo movimiento hacia adelante. Ortodoxia no es estática, sino dinámica. Sobre el Oriente Ortodoxo, que pasó más de mil años en la cautividad de pueblos musulmanes, es difícil hablar ahora. En los países eslavos, donde, después de su nacimiento en el Cristianismo, esta dinámica se expresó en la creación de la lengua eslava-litúrgica, en la conjunción libre del Cristianismo con el carácter popular, en las reformas de las ceremonias, en la composición de nuevas oraciones y cánticos, y lo mas importante, en la fuerza del espíritu, a veces profundamente escondida o revelándose en su grandeza en los momentos correspondientes de la vida de la Iglesia de Cristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario