¿Cuantas veces anuales comulgar?
"De
cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del
hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Juan,
6:53).
La
Iglesia no tiene una respuesta firme a esta pregunta. Los cristianos de
los primeros siglos comulgaban todos los domingos. Con el tiempo
cambiaban las normas con respecto a la devoción cristiana y no siempre
para mejor. En el siglo XIX muchos cristianos Ucranianos comulgaban
durante la Cuaresma. Después del Calvario comunista del siglo XX la
frecuencia ha crecido, lo que es muy alagador.
Para
aquella persona que conoce el Evangelio, no se le debe explicar cuán
magna es la Santidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, debido a qué,
no se puede heredar la vida eterna sin la Eucaristía (de esto habló el
Señor en Su conversación con los judíos; ver Juan, cap.6).
Los
fieles saben que al Cáliz sólo se puede acercar después de cierta
preparación, tratando de purificar el alma de los pecados y las
pasiones. "Nadie de los que se han sometido a las lujurias y pasiones
del cuerpo es digno de acercarse o de servir a Ti, Rey de Gloria " — se
dice en la oración mística de la Liturgia de Juan el Crisostomo.
La
Iglesia deja la solución del asunto en cuanto a la frecuencia en que se
debe comulgar en las manos del sacerdote o del confesor. Precisamente
con el padre confesor espiritual se debe aclarar con qué frecuencia
comulgar, cuanto tiempo y con qué rigidez prepararse antes de ello.
En
todo caso, hay que comulgar por lo menos una vez cada ayuno largo (de
muchos días) y en el día del Santo. Si en el lugar de la residencia no
hay un Templo, se debe encontrar la posibilidad para comulgar aun que
sea una vez en el año, en el caso contrario uno arriesga de separarse de
la Iglesia. A las personas que desean llevar su vida eclesiásticamente,
los sacerdotes recomiendan comulgar una o dos veces cada mes. A veces
el sacerdote bendice una frecuencia mayor aún.
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