1.
"Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios ....Me refiero,
claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de
corazón, que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino
que se prolonga sin cesar día y noche". (Hom. 6 sobre la oración).
2.
"La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora
entre Dios y los hombres. Por ella nuestro espíritu, elevado hasta el
cielo, abraza a Dios con abrazos inefables; por ella nuestro espíritu
espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que
superan todo lo natural y visible". (Hom. 6, sobre la oración).
3.
"La oración no es el efecto de una actitud exterior, sino que procede
del corazón. No se reduce a unas horas o momentos determinados, sino que
está en continua actividad, lo mismo de día que de noche. No hay que
contentarse con orientar a Dios el pensamiento cuando se dedica
exclusivamente a la oración; sino que, aun cuando se encuentre absorbida
por otras preocupaciones (...) hay que sembrarlas del deseo y el
recuerdo de Dios". (Hom. 6 sobre la oración).
4. "La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta nuestro ánimo". (Hom. 6, sobre la oración).
5. "La
oración es perfecta cuando reune la fe y la confesión; el leproso
demostró su fe postrándose y confesó su necesidad con sus palabras". (Hom. sobre S. Mateo, 25).
6.
"La luz para nosotros es la inteligencia, que se muestra oscura o
iluminada, según la cantidad de luz. Si se descuida la oración, que
alimenta la luz, la inteligencia bien pronto se queda a oscuras". (Catena Aurea).
7. "Cuando
digo a alguno: Ruega a Dios, pídele, suplícale, me responde: ya pedí
una vez, dos, tres, diez, veinte veces, y nada he recibido. No ceses,
hermano, hasta que hayas recibido; la petición termina cuando se recibe
lo pedido. Cesa cuando hayas alcanzado; mejor aún, tampoco entonces
ceses. Persevera todavía. Mientras no recibas pide para conseguir, y
cuando hayas conseguido da gracias". (Homilía, 10).
8. "Quien
te redimió y te creó no quiere que cesen tus oraciones, y desea que por
la oración alcances lo que su bondad quiere concederte. Nunca niega sus
beneficios a quien los pide, y anima a los que oran a que no se cansen
de orar". (Catena Aurea).
9. "La
necesidad nos obliga a rogar por nosotros mismos, y la caridad fraterna
a pedir por los demás. Es más aceptable a Dios la oración recomendada
por la caridad que la que es impulsada por la necesidad". (Catena Aurea).
10. "Habiendo
Dios dotado a los demás animales de la velocidad en la carrera, o la
rapidez en el vuelo, o de uñas, o de dientes, o de cuernos, sólo al
hombre lo dispuso de tal forma que su fortaleza no podía ser otra que la
del mismo Dios: y esto lo hizo para que, obligado por la necesidad de
su flaqueza, pida siempre a Dios cuanto pueda necesitar". (Catena Aurea).
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