La
eucaristía no es sólo Sacramento, sino también Sacrificio, en el cual
se ofrece el mismo Jesucristo como víctima propiciatoria. Es el mismo
sacrificio de la Cruz, por el cual Cristo satisfizo al Eterno Padre por
los pecados de la humanidad, pero realizado en nuestros altares por los
Sacerdotes de una manera incruenta, pero real. Esencialmente es el mismo
sacrificio de la Cruz. Durante el mismo tiene lugar la Consagración del
Pan y del Vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Esta
Consagración no sólo se efectúa por las palabras de Cristo en la Ultima
Cena: "Tomad y Comed... Bebed todos...," sino que es condición esencial
la "Epíclesis," u oración de invocación al Espíritu Santo para que se
realice la transmutación. Esta, por tanto, se obra bajo la invocación de
las tres
Divinas Personas: toda la Trinidad. ¿Cómo se realiza la Transmutación?
Solo sabemos que es un misterio. No es una "transubstanciación," sino
una "Transmutación" (Metabolí). La Transmutación, como hemos dicho, es
un misterio!. "La Iglesia Ortodoxa, siguiendo fielmente el S. Evangelio y
la práctica cristiana usada en sus comienzos, admite y enseña la
Transmutación (Metabolí) del pan y del vino de la Sda. Eucaristía en el
Cuerpo y Sangre de Jesucristo por virtud del Espíritu Santo, y enseña
que el modo de tal Transmutación es un misterio del todo impenetrable e
incomprensible al entendimiento humano, como aquel de la Creación, de la
Encarnación y el de la Trinidad." La Eucaristía es el centro de toda
vida cristiana y litúrgica ortodoxa, y todos los oficios religiosos
miran hacia Ella.
Desde los tiempos apostólicos se ha rodeado su culto de ritos y ceremonias, los más solemnes y espirituales, usando para el acto de la celebración de la Eucaristía cuatro Liturgias o Anáforas:
1) La Liturgia de Santiago, la más antigua y larga de todas las liturgias;
2) La de San Basilio (siglo IV), más corta que la anterior, celebrada 10 veces por año, los Domingos de Cuaresma;
3) La de San Juan Crisóstomo, más breve que la anterior y la más usual de todas las liturgias, celebrada los Domingos y fiestas de guardar: y
4) La de San Gregorio o de los "Dones Presantificados," celebrada los Miércoles y Viernes de Cuaresma. En esta Liturgia los elementos Eucarísticos son consagrados el domingo anterior. Resumiendo, diremos que la Santa Liturgia es el Sacrificio del Cuerpo y la Sangre de N. S. Jesucristo ofrecido en nuestros altares en memoria del Sacrificio de la Cruz. La Liturgia la ofrecemos por motivos:
1) Para glorificar a Dios;
2) Agradecerle sus favores y dones;
3) Solicitar su gracia y
4) Obtener su perdón para los vivos y difuntos.
Desde los tiempos apostólicos se ha rodeado su culto de ritos y ceremonias, los más solemnes y espirituales, usando para el acto de la celebración de la Eucaristía cuatro Liturgias o Anáforas:
1) La Liturgia de Santiago, la más antigua y larga de todas las liturgias;
2) La de San Basilio (siglo IV), más corta que la anterior, celebrada 10 veces por año, los Domingos de Cuaresma;
3) La de San Juan Crisóstomo, más breve que la anterior y la más usual de todas las liturgias, celebrada los Domingos y fiestas de guardar: y
4) La de San Gregorio o de los "Dones Presantificados," celebrada los Miércoles y Viernes de Cuaresma. En esta Liturgia los elementos Eucarísticos son consagrados el domingo anterior. Resumiendo, diremos que la Santa Liturgia es el Sacrificio del Cuerpo y la Sangre de N. S. Jesucristo ofrecido en nuestros altares en memoria del Sacrificio de la Cruz. La Liturgia la ofrecemos por motivos:
1) Para glorificar a Dios;
2) Agradecerle sus favores y dones;
3) Solicitar su gracia y
4) Obtener su perdón para los vivos y difuntos.
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