martes, 4 de noviembre de 2014

Enseñanzas del Padre Paísios, del Monte Athos‏


 
Lo que aconsejaba a cuantos lo visitaban era que encontraran un padre espiritual. Por ello veíais que, después de dar algunas respuestas o consejos a las preguntas y cuestiones que le planteaban los hombres, los remitía finalmente a su padre espiritual para que dejaran allí, bajo su estola, el peso de los pecados que eran la causa de sus problemas. De este modo, muchísimos cristianos que vivían de modo autónomo, egoísta, como huérfanos, "como ovejas sin pastor" (Mt. 9, 36), oían su consejo, encontraban un padre espiritual, vivían de modo eclesiástico, y cambiaba su vida y la vida de los que les rodeaban. En este punto quiero referir algo que el Anciano aconsejaba siempre a los visitantes casados. "Tened, decía, el mismo padre espiritual que vuestra esposa. Porque como el carpintero pule dos tablas con el mismo cepillo, vuestro padre espiritual pulirá con el mismo "cepillo" el carácter de ambos cónyuges y los hará complementarios. Mientras que, si tenéis uno diferente, tendréis dificultades".

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