martes, 4 de noviembre de 2014

El Padre Paísios sobre la soberbia‏

Es unánimemente reconocido por la tradición eclesiástica que el mayor enemigo de la salvación del hombre es la soberbia. Esto, por otra parte, viene señalado por las Santas Escrituras, donde entre otras cosas se refiere que "Dios se opone a los soberbios..." (Prov. 3, 34) y que "todo el que se ensalza será humillado" (Lc. 18, 14). Por el siguiente caso, que fue relatado por el Anciano en una visita, comprobamos que la soberbia no es un lamentable privilegio de los famosos, los ricos y los letrados sólo, sino que se encuentra también entre los más insignificantes, pobres e incultos de los hombres. Tal era un pastor, que un día conversaba con el Anciano en la época en que éste vivía en el Monasterio de Stomio, cerca de Kónitsa. Durante su charla, el perro que guardaba el rebaño se acercó a comer la comida del pastor, que estaba dentro de un plato algo más allá. El pastor se dio cuenta de la intención del perro y con un movimiento rápido cubrió el plato y evitó el daño. Entonces se volvió ensoberbecido hacia el anciano y le dijo "¿has visto, monje, qué listo soy y cómo he conseguido salvar mi comida?". Refiriéndose a este hecho, el anciano señalaba el peligro de la soberbia, que corremos todos, y la necesidad de vigilar, arrepentirnos y ser humildes para evitar la tentación por la derecha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario